modelando sus lineas y figura,
poco a poco esculpí su gracia pura
llegando al fondo sacro de su fuente.
Mis ansias escapaban locamente
de la armonía de su cuerpo frágil
y de su pubis, nueva melodía,
emergian las notas de su canto.
Mis deseos bajaban lentamentey con ello su sexo palpitaba.
Mas llegando al volcán de su cintura,
sentía que sus dos labios me besaban,
y rasgando el capullo de la vida
mi mano entre sus piernas suspiraba.
Era una virgen morena y dolorida,
y mis dedos salvajes la violaban.
Un húmedo calor de primavera
emergian del fondo de su tierra
y aquel néctar de virgen anhelan te
embriagaba de amores el ambiente.
Musitaba palabras trasnochada
y sus ojos sedientos me llamaban
como agua cristalina en el desierto.
Y aquella virgen dulce y suplicante
seria mía como yo del tiempo.
Nuestros ojos de nuevo se cruzaron
y anhelan tes los cuerpos se buscaban.
La contemple de nuevo suavemente
y sus ansias de amar me arrebataban.
Yo estaba siego y ella ante mis ojos
se deshojo en mil pétalos de rosa.
Su cuerpo se mecía tiernamente
y sus olas sin fin me trastornaban.
Yo era una frágil barca que bagaba
y ella la mar azul que permitia
en medio de borrascas tenebrosas
anclar en aquel puerto majestuoso.
Y al contemplar la estrella rutilante
que, cual faro de amor me socorría,
caí sobre la virgen anhelan te
como un rayo de fuego que desgarra
la recóndita gruta del pecado.
Y en medio de sollozos, yo exploraba
aquella selva virgen desflorada...
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